Avalon

Videoarte

2016

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La luna siempre ha llamado la atención del ser humano. Muchos de los primeros calendarios que se hicieron, medían el tiempo según los veintiocho días que dura el ciclo lunar, y según esto, la gente hacía su vida, sabían, por ejemplo, los momentos de cultivo, de cosecha, cuando salir a pescar, etc. Se consideró una deidad en muchas culturas, se comparó el ciclo de la luna con el ciclo menstrual de la mujer e incluso con la vida de la mujer: doncella, madre, anciana.  

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Así pues, los seres humanos de las antiguas civilizaciones se dieron cuenta que la luna y sus fases tenian directa influencia en la tierra. Cada fase lunar influye de forma diferente en el planeta y su naturaleza en constante movimiento. Y estos ciclos se relacionan con ciclos más grande, las fases de la luna se pueden comparar con las estaciones del año y así mismo también con los elementos.

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Dichos elementos se han usado para entender los patrones de la naturaleza, sus estados y sus formas: La tierra sólida, el agua líquida, el aire gaseoso y el fuego plasma, siendo esto, muy importante para entender que vivimos en una naturaleza cambiante, donde lo que en un momento es sólido puede después cambiar y ser líquido. 

Todo este conjunto de cosas: la luna, los elementos, la naturaleza, se interrelacionan, tiene que ver con los tiempos de la naturaleza, ese tiempo sutil llevado por ciclos. Estas son cosas que se han ido dejando de la lado por la época en la que vivimos. Hoy en día sería raro escuchar a alguien decir que ira al supermercado a comprar manzanas por que es luna llena, o que prefiere quedarse en casa y no salir de fiesta por que es luna nueva, o que empezará a ir a clases en la primera luna creciente del año. Pero a pesar de que hoy por hoy, no prestemos atención a estos ciclos ni nos involucremos  en ellos, estos siguen ahí en un movimiento incesante.

 

Esto me hace pensar en la isla de la leyendas artúricas “Avalon”, una isla que existe en el mundo pero separado de él ya que es un terreno olvidado. Los celtas creían que nosotros compartimos la tierra con otros seres como las  hadas, pero que estos vivían en otro nivel, en otra dimensión de la misma tierra, por lo que no los veíamos, y que en un tiempo anterior convivían con nosotros y a medida que se fueron olvidando fueron desapareciendo en una dimensión sobrepuesta. Esto es lo mismo que ocurre con Avalon, era ahí donde vivían las sacerdotisas que rendían culto a la gran diosa celta, pero cuando el cristianismo llega a Inglaterra esta sacerdotisas con todos sus rituales y creencias comienzan a olvidarse, pasándoles lo mismo que les paso a las hadas. 

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Por esto es que mi trabajo lleva por titulo “Avalon”, porque el ser humano ha hecho su vida independiente de lo que pasa en la naturaleza, olvidando que en un tiempo anterior era impensable realizar una actividad sin ver que era lo que ocurría en ella.